Poesías, relatos, cine, música... Un remanso en medio de este apocalipsis (grupo EFDLT)

Placer mutuo

Placer mutuo
Moda poética (ediciones limitadas)

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Soñé con mi infancia

A medida que pasa el tiempo y la cruda realidad te engalana de desengaños, te blanquea el cabello con problemas y te ancla en el conformismo de lo cotidiano y de lo socialmente predispuesto, vamos perdiendo de vista la imagen idílica de todos los sueños que teníamos en la infancia, y que eran nuestras ansiadas metas. Hoy, gracias a un agujero negro en mis recuerdos, provocado por un intenso dolor de cervicales, he vuelto a disfrutar con nostalgia y resignación de algunos de esos fantásticos sueños casi desterrados.

Estuve tantas veces disfrutando de la exhuberancia de la selva, velando por su armonía con tan sólo un grito, un taparrabo y un rudimentario machete.
Muchas noches, sin que nadie me viese, Tarzán se adueñaba de mi inconsciente.


..Otras prefería escapar en buscar de soledad y aventuras a montañas inhóspitas, para comprobar que yo también formaba parte de la naturaleza como el famoso Jeremiah Johnson.


Y al fin encontré el que fue mi último gran sueño, perderme cada vez que mi alma lo necesitase, y fundirme con y en África.


Aunque no las mencione, poco después incluí también a las protagonistas en estos sueños; a Jane, la india y a Karen.

                                                                      
                                                        materiales didacticos formacion continua 
                                                                                                                marca de deporte
                                                                                                                  grado turismo
                                                                                                                   amplificadores
                                                                                                              clases ingles madrid

lunes, 25 de diciembre de 2006

Cuando no sabes qué


Hay días en que nada tiene sentido, te inunda la melancolía y te consume el hastío. Y nadie puede ayudarte a salir antes de esa cárcel, has de estar el tiempo suficiente para.......


¿Para qué?


¿Qué añadirían ustedes? Ayúdenme a resolver este enigma, para saber afrontar con éxito esos oscuros e irracionales días, que seguro que nos han de seguir acechando.



Fue una de tus tardes grises y perpetuas, cuando sin saber por qué, escribí esto:


Cuando no sabes qué


Llueve sobre el mar
Dirías que arrecia
Incluso
Si te lo propusieses
Una hoja indolente cae
Sin destino
Sobre la tierra anegada
Sin saber qué
Observas el viento vestido
De lodo y lágrimas agitar las ramas
Sin tregua
Como una maldición
Una nube amorfa tenebrosa
E infinita
Viola con desidia el cielo
Aletargado
Sin dejar huella
Sed de nada te ahoga
El tiempo siempre es el mismo
Las palabras son
Encrucijadas
Cuando no sabes qué
Si todo o el olvido
Si querer o claudicar
Cuando no sabes qué
Si amas o anhelas
Déjame intentar
Arrasar tus lodos y escarchas
Amor
Cuando no sabes qué
El mundo se me
Agota
En tu mirada

14. El fenomeno de los Blogs. Mar de almas buscándose


Tenemos a nuestra disposición, de una forma muy accesible y nada complicada, una nueva puerta abierta para poder expresarnos, para exponer nuestras ideas por todo el mundo. Para seguir, si quieres, disfrutando de la soledad, y sin embargo, comunicarte.
Puedes esparcir lo que sientes, gritar lo que te apasiona, o desprenderte de lo que aborreces, sin invadir ni suplicar a nada ni a nadie. Movido sólo por el afán de encontrar inquietudes afines, o quizá, por el de agradar, emocionar o entretener a nuestros posibles y voluntarios lectores.
No hay condiciones para ninguna de las partes, podemos escribir lo que nos venga en gana, y leer solamente lo que nos interese. Puedes hacer comentarios a quienes te hayan sorprendido gratamente con sus relatos, o simplemente observar y esfumarte sigilosamente.
Poco a poco este movimiento acabará contaminado por la competencia entre nosotros mismos -rankings, tops, etc.- y por supuesto por la publicidad.
Pero todavía reina en este medio la frescura, originalidad y buenas intenciones de toda forma de expresión nueva y sin intereses comerciales.
Para un tímido crónico como yo, ha sido un hallazgo apasionante.
Gracias por estar ahí, aunque no pueda adivinarte.

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Moulin Rouge

….Desde entonces me resulta muy complicado imaginar el paraíso, sin incluir en él, alguna de las escenas de esta película.


Nicole e Ewan representan aquí el paradigma de la pareja ideal. Podemos ser, en algunos momentos, un poco más optimistas teniendo fresco en la memoria, por ejemplo, este número musical.





Espero haber contribuido a que alguien descubra esta película, y que al recordarla, la ilusión merodee algo más alrededor de su vida.


FELIZ AÑO 2007

lunes, 18 de diciembre de 2006

13. Alianza de Civilizaciones




¿Quiénes son, o han sido más felices?
Bill Gates o Torrente, Einstein o el Quijote,
Palestinos, judíos, coreanos del sur, coreanos del norte, indios, pakistaníes, norteamericanos, budistas, protestantes, ortodoxos, replicantes, Picasso, Velázquez, Góngora, Quevedo, spiderman o Hamlet.
¿Cómo medir la felicidad? Su grado y duración.
Seguramente lo que a Gates haga feliz, haría bostezar a Torrente.
Para que los judíos estén alegres, ¿realmente otro pueblo ha de llorar, o viceversa?
Para que Einstein fuese relativo, el Quijote debía disparatar.
Zapatero y la Alianza de civilizaciones, suena a película de aventuras de Spielberg, ojalá acabe como una de ellas, con el bueno ganando y el mundo más humano y a salvo.
Cómo Fomentar la cultura de la paz, y que todo no quede en firmas, fotos, almuerzos y debates. Esa es la cuestión.

sábado, 16 de diciembre de 2006

Bueno, bueno


Hoy no se me ocurre nada interesante que añadir a mi blog. Así que….
¡Qué frío hace! ¿no? Bueno, bueno.
la la la la la la…..
Quizá otro día con más tiempo, en fin.
¡Ahora!, ahora parece que me llega algo…
No, definitivamente no, mi inspiración se ha independizado momentáneamente, me falla la comunicación. Oye, pues a lo tonto a lo tonto….
Frases, lo que se dice frases, están saliendo.
¡Qué me gusta García Márquez! en particular, Cien años de soledad, os lo recomiendo.
Podría escribir los veinte poemas de amor y la canción desesperada de Neruda, pero sería demasiado descarado, por no decir patético, pero también os recomiendo su lectura.
¡Qué bien se me da recomendar! sobre todo obras maestras consagradas, así acierto seguro.
Ojalá que llueva café en el campo, es lo que me ha venido a la mente cuando he intentado profundizar en lo que estoy escribiendo, ya sé que no viene a cuento, pero es lo que hay.
Adiós, voy a dormir la siesta, será lo mejor para todos.
Ahora que estoy arropado, caliente, caliente de calentito, no de salido, a punto de caer en brazos de Morfeo, se me ocurren algunas ideas. Espero recordarlas cuando despierte.
Hasta luego y perdón. Tampoco ha sido para tanto, que tire la primera crítica quien esté libre de un día con la mente en blanco. ¡Adiós ya joder!

miércoles, 13 de diciembre de 2006

12. Pinochet ha muerto


Pinochet ha muerto, que su conciencia le permita descansar en paz. Es lo más humano que se me ocurre, no sin antes hacer un gran esfuerzo por olvidar todas las atrocidades que cuelgan de cada una de sus medallas.
Si hay un más allá seguro que no le permitirán ascender ni a cabo de primera. Si hay otra vida donde se perdonan todos los pecados, que se preparen para hacer horas extras. Si realmente vamos a un paraíso, tendrá la suerte de no padecer jamás en sus carnes, el sufrimiento de los desaparecidos y sus familiares.
Y no nos ha de importar, porque nosotros, los ciudadanos anónimos que no hacemos mal a nadie, las posibles víctimas de cualquier régimen dictatorial, siempre tendremos la certeza, de que si Pinochet entra por las puertas del cielo, nosotros tenemos aseguradas las alas de la eterna felicidad.

martes, 12 de diciembre de 2006

11. Mi definición de Navidad


Me gusta la Navidad, y nunca quise preguntarme el por qué, temiendo encontrar algo de injusticia e hipocresía merodeando a su alrededor.
Quizá me reconforte ese ambiente que hace aflorar sentimientos que el resto del año ni siquiera se presienten en nuestra vertiginosa e interesada sociedad.
Es la única época del año donde la esperanza de un futuro mejor derrota a la desilusión de recordar todo lo ingrato del pasado.
Es como si el corazón se expandiera, igual que el universo, y diese mucho más de sí.
Puede que lo que me agrade sea ver a las familias y a los amigos reunidos, felicitándose, compartiendo, en definitiva, queriéndose.
Tal vez me guste porque no he perdido a nadie de los de siempre.
Supongo que será por una mezcla de todo lo mencionado y todo lo que olvido.
Y de todo lo que resalta en lo que os he mencionado, puede resultar una probable y personal definición de Navidad;
Mientras familias y amigos aún se quieran, siempre tendré la esperanza en que el corazón y sus sentimientos, se desarrollen y se expandan.

domingo, 10 de diciembre de 2006

Escribo esto porque escribo cosas


(Ese niño tan tímido era yo, poco antes de empezar a escribir)
Escritor desesperado, busca club de seguidores.

Soy ingenioso, original, sensible, buena persona, limpio, modesto y humilde, de hecho esta es la excepción que lo confirma. Escribo desde hace tanto tiempo, que creo ser merecedor de obviar la etapa donde, poco a poco, me vais conociendo. La duda es saber dónde publicar este anuncio para que cause el efecto hipnotizador que yo pretendo.
Si hay alguien que crea que leyendo esto caería eternamente rendido a mis pies de literato, ¡por favor! Póngase en contacto conmigo. Y si no es así, si cree que el texto no es tan adictivo como parece, póngase en contacto conmigo, oiré sus sugerencias. Si todavía no han leído esta desesperada llamada de atención, hagan ustedes el favor, por favor, de ponerse inmediatamente en contacto conmigo.

Por si hay alguien ahí, Gracias.

viernes, 8 de diciembre de 2006

Jesús y la lógica del miedo



Imagínense una mañana cualquiera de verano en Sevilla, apenas eran las nueve y ya se rozaban los treinta y cinco grados de temperatura. Era un sábado y Jesús se dirigía monótono y cabizbajo a su trabajo después de una dura noche de tertulia con sus amigos, tenía una tienda de antigüedades en pleno centro del barrio de Santa Cruz. Era un local pequeño, oscuro y viejo, a juego con los artículos que se exponían. El negocio era una herencia del esfuerzo y el gusto por el arte de su abuelo. Nada más subir la puerta metálica de seguridad, presintió que algo iba mal, miró lentamente por el cristal, moviendo la cabeza en busca de un ángulo que evitase el reflejo de la calle, de pronto vio como algo o alguien se desplazaba breve pero rápidamente en el fondo del cuarto. Era del tamaño de un niño, pero no tuvo tiempo para asegurar que no se tratase de un hombre agachado o de un perro mediano. Jesús no sabía que hacer, estaba aterrado, su reputación entre el resto de comerciantes de la zona era ya lo bastante lamentable, como para dar el espectáculo de llamar a la policía, y que al final el intruso sólo fuese la sombra alargada de un gato despistado.
Se armó de valor, abrió la puerta principal tan despacio que pudo oír el sonido aterrador y lastimero de los gases al paso por sus tripas, muy a pesar suyo reconoció que era la banda sonora ideal para la ocasión. En cuanto puso un pie en la tienda oyó como alguien se arrastraba tropezando con el mobiliario, apenas cesó ese sonido, apareció otro no menos sobrenatural, acompañado de un hedor insoportable e inhumano. Jesús no sabía que era peor, si aguantar ese aroma del inframundo, o atravesar el local corriendo en busca del lavabo, puesto que su pedo había arrastrado con el miedo, cierta sustancia acuosa, la cual presagiaba lo peor.
Cuando no pudo más, decidió optar por la alternativa más higiénica y honrosa, de tres zancadas atravesó el cuarto, llegó al servicio, echó entre sudores y temblores el pestillo como pudo, y acabó ofreciendo a todo el que estuviese a menos de veinte metros de él, un espectáculo asombroso; la imagen surrealista del váter caóticamente salpicado, un sonido huracanado, entrecortado y apocalíptico, y un olor infernal, mezcla de todo lo que por estar vivo, pueda acabar podrido.


Así vio Jesús el techo, cuando acabó su amargura en el váter.

(Imagen cedida por mí mismo. De la visita al museo vaticano)

El miedo, por un instante abandonó a Jesús, se sintió tan reconfortado que se armó de valor y fue poco a poco revisando la tienda, había cogido como arma un bastón de haya con puño en forma de águila de plata, miró detrás de una estufa victoriana, debajo de una cómoda fernandina de caoba, por encima de una lámpara de techo de veinte luces de cristal con lágrimas y cadenetas. Nada, lo que hubiese estado había desaparecido sin dejar rastro, aunque con el aroma a entrañas descompuestas que había en la tienda, eso no era ningún mérito. Entonces Jesús recordó esa cita célebre a la que tanto había recurrido en su vida, y que ahora, por fin tenía sentido: la historia la escriben los cobardes, sobre todo los de la parte vencedora. A Jesús lo salvó su miedo, era tan fuerte que se atrevió a llegar al lavabo sin saber con lo que se podía tropezar, y no sólo eso, el pánico provocó tal descomposición en él, que su manifestación biológica, fue el arma definitiva, en forma de pesticida, para vencer a su valiente, desconocido y malogrado enemigo.

domingo, 3 de diciembre de 2006

10. Pesadilla antes de navidad




Que bonitas están las ciudades con el alumbrado de navidad en pleno mes de noviembre.
!Qué arte tienen nuestros alcaldes! Por algo lo son, ideas como estas hacen de ellos Neos de carne y hueso, los elegidos de la humanidad. Son los responsables de que consumamos un veinte por ciento más de energía innecesariamente. Además, se nos hacen tan familiares las luces y adornos, que cuando llega realmente la navidad, nadie repara en ellos, ¡están tan vistos! Voy a proponer a mi ayuntamiento que haya un alumbrado de pre-navidad y otro distinto para los días propios de la susodicha. Así nuestra ilusión y despilfarro brillaran al cuadrado. Seguramente nos plagiarán la idea en todo el mundo desarrollado, incluso podríamos mandar el primer alumbrado, ya desechado, al tercer mundo. En vez de medicinas, alimentos o material escolar, qué mejor idea que regalarles en navidad un cargamento de guirnaldas, zambombas y luces que nunca podrán conectar.

jueves, 30 de noviembre de 2006

Todo en ti



Todo en ti me alerta, me despoja,
Me iza, me revienta las venas,
Me encumbra, me somete,
Me destierra de las penas.


Todo en tu desnudez descarta
Que pueda existir algo más,
Aniquila los recuerdos e invade el
Futuro,
Enloqueciéndome de hambre, de olores,
De formas voluptuosas que utilizan el aire
Y el agua para deshacerme,
Para anclarme en la ansiedad.


Con un rayo, al escrutarme tu mirada,
Haces bullir como en una erupción,
En mis manos, la sangre,
Sólo son mis átomos, mis células
Toxicómanas de tus roces.


Todo en ti me conduce a la antropofagia,
Todos los tonos de tu palidez,
Desde el blanco de tus nalgas, hasta
El rosa húmedo de tus resquicios,
Me abrasan, consumen mis sentidos.

Todo en ti es suficiente para que
El mundo nos siga sorprendiendo.
Para desbordar de pasión los días,
Y creer por tus caricias en los milagros,
Y en una mezcla ideal del agua de mi boca
Con el aceite de tu cuerpo.


Todo en tu piel tiene todos los sabores,
Todos los sueños y nostalgias,
Lo infinito, la armonía y los misterios
De la naturaleza.
En tu cuerpo se valida todo lo perfecto.
Por eso mi amor vaga a tu alrededor,
Esperando ser digno al menos, por intenso.

miércoles, 29 de noviembre de 2006

9º.Definición de "El Rondo"


Del latín Orondus. muy lleno de sí.

El Rondo. Se dice del Programa deportivo televisivo futbolístico que aunque emitido a nivel nacional, el noventa por ciento de su contenido versa sobre un sólo equipo, y además siempre el mismo. Tiene un gran número de colaboradores e invitados, que tengan o no conocimientos sobre este equipo, son inducidos a reflexionar e indagar sobre él.
Averiguando tarde o temprano la más mínima relación que hubo o habrá entre el invitado y el equipo, y por la cual ha sido llamado a formar parte de la tertulia.

Adj. Persona parcial, nada objetiva, que intenta que sus preferencias acaben, por la fuerza, siendo lo único que interese a sus semejantes.

Fig. Madridista incondicional, prepotente y narcisista.

8º. Vivienda, Hacienda, banqueros, constructores, constitución y otras inocentadas de esta nación



De nuevo voy a intentar remendar este país. Eso si, desde el punto de vista tal vez algo ingenuo, del ciudadano medio, y con medio no hago referencia a su estatura ni al gentilicio de los naturales de la tierra media, sino a los conocimientos de economía y legalidad vigentes que pueda tener la mayoría de nosotros. Considerando como trágica la situación que vive todo aquel que tiene la necesidad de adquirir una vivienda, y no es concejal de Marbella para dejarse sobornar. Podríamos formar una plataforma ­- ahora que están de moda- para exigir al gobierno que marcase unos límites razonables a esta vertiginosa subida en el precio del suelo y la construcción. Amparándose para ello en algo tan indiscutible y socorrido, para lo que les conviene, como es la constitución, ya que esta reconoce a la vivienda como un derecho, y no consta que para ello hayamos de sumirnos treinta años en la esclavitud de unas hipotecas, que sólo las podrían pagar sin sufrir pesadillas a fin de mes, quienes no la necesitan.
Yo le pediría a ZP ó al PP ó al BBVA ó al ING, que entre todos se hiciesen cargo de nuestra situación y/o degradación, e intentasen contribuir de una forma que se notase más que hasta ahora, a la solución de este nuestro problema. Es más, le propongo al gobierno,- sin ningún compromiso, léalo antes y luego hablamos- que intente en la medida de lo posible suprimir, o en su defecto, reducir a una milésima parte, esa puntilla de descabello que supone pagarle el siete por ciento del precio de la vivienda a Hacienda, si Hacienda somos todos, todos somos tontos, todos menos hacienda, ¡que lío!
En definitiva, soy ignorante en la materia pero no desconsiderado, así que si el gobierno no puede asumir la pérdida de estos impuestos, he elaborado un plan “B”.
Continuará.

7º.Una proposición indecente



A lo largo de la vida de una persona, de un gobierno, o de un país, surgen ideas con perspectivas de cambio trascendentales, que de antemano parecen tan utópicas e imposibles de afrontar con éxito, que ni tan siquiera las tomamos en consideración. Y acaban, antes incluso de ser estudiadas, olvidadas, y desconocidas para la mayoría de los posibles beneficiarios. No obstante, se tiene la certeza absoluta, de que si la madurez y mentalidad del colectivo afectado fuese lo suficientemente fuerte para soportar esa ruptura tan radical de lo establecido, esa idea sería un grandioso avance para todos y cada uno de los miembros de esa sociedad.
Yo propongo, aun a riesgo de ser tildado de paranoico, un sistema de jubilación parcial anticipado por etapas satisfechas. Me explico, que garantías me puede ofrecer nadie, de que no vaya a morir antes de jubilarme, o de que una vez jubilado con sesenta y cinco años no esté limitado por una enfermedad crónica, o simplemente hastiado de vivir y sin ganas de disfrutar del merecido descanso de una forma activa.
¿Por qué no puedo disfrutar de partes de ese periodo cuando aun tengo salud y disposición sobradas para atragantarme de vida? Se podría establecer un sistema por el cual, por cada diez años cotizados a la S.S. Siempre de forma opcional, se pudiesen descansar dos. Para suavizar la carga que esto supondría a las arcas del estado, cada vez que alguien se acogiese a este derecho, tendría que jubilarse definitivamente un año más tarde. Así una persona que empezara a trabajar a los veinticinco años, tendría a los treinta y cinco, dos años para disfrutar de antemano de su jubilación, y poder enriquecer su vida viendo crecer a sus hijos, o retomando esos estudios abandonados por vaya usted a saber que inoportunas circunstancias.
De nuevo diez años después, con cuarenta y siete, disfrutaría de otros dos años sabáticos con cargo a su jubilación, para poder recrearse en otra etapa de su vida, revitalizarse al lado de nuestros hijos adolescentes, divorciarse, volverse a enamorar, o simplemente, y lo más bello, reafirmarle que la quieres.
De nuevo repetiríamos el proceso a los cincuenta y nueve años, para acabar definitivamente jubilado y satisfecho de la mayor parte de nuestra vida, a los sesenta y ocho años.
Necesito que me apoyéis, para hacer fuerza, tengo más de diez años cotizados y necesito disfrutar de mi vida, ahora.

6º.Una España ideal


Hay una forma de erradicar de raíz el desempleo en este país, batiríamos todos los registros que haya podido tener jamás una civilización, en cuanto a número de trabajadores en el sector de la construcción se refiere. A su vez, lograríamos una España monumental insuperable, y por último acabaríamos para ello, con la plaga de defraudadores en que nos convertimos poco a poco.
Inmortalicemos nuestras vidas y nuestro tiempo como “La era de las grandes cárceles”. Pongamos a los más ilustres arquitectos al servicio de la historia, y levantemos una tras otra, penitenciarías góticas y barrocas, con celdas manuelinas, adornos platerescos e increíbles celosías.
Para financiar este afán de notoriedad histórica nos bastaría con reunir todo el dinero defraudado, por ejemplo, en el sector inmobiliario. Mataríamos tres pájaros de un sólo tiro; pondríamos a buen recaudo a los corruptos, crearíamos puestos de trabajo y fomentaríamos el turismo. Y a puedo imaginar las portadas de los catálogos de las agencias de viajes que ofertan tours por nuestro país:“Ruta por la España de las grandes cárceles”. Incluye guía local y un séquito de paparazzis, podrán fotografiar a famosos, políticos, banqueros, echadores de cartas y demás filibusteros.
Que ponga la primera piedra quien… mejor que se ponga sola.

5º.Patrimonio de nadie


Resulta que de los setecientos cincuenta y cuatro bienes declarados patrimonio de la humanidad, sólo ciento cuarenta y nueve son bienes naturales, el resto son causa, sobre todo, del acierto en el gusto y las formas arquitectónicas que ha demostrado a lo largo de los tiempos, el hombre.
Esto quiere decir que apenas un veinte por ciento de lo declarado patrimonio humano hace referencia a nuestro planeta tal y como es. ¿A quién pertenece entonces el resto del mundo? ¿No declarar al noventa por ciento de la tierra como patrimonio de la humanidad, es quizás, un eufemismo de terreno edificable o degradable?
Así cualquiera, arraso un bosque para construir un monasterio o un rascacielos de catorce mil plantas de Calatraba, y tarde o temprano nos haremos merecedores de todos los galardones. Bautizaremos de nuevo al mundo con lluvia radiactiva. Lo llamaremos planeta alquitrán, contará con maravillosas selvas de cemento, manantiales de petroleo, alimentos transgénicos y clones de animales mutantes. Que bonito y que elegante, todo el planeta al servicio de nuestras tropelías y disparates.
Los océanos no están en la dichosa lista, ni la mitad de la amazonía, sabanas africanas etc.. etc...
Y como no son patrimonio de nadie, podemos esquilmarlos sin temer a tener antecedentes.

4º.El tráfico, una odisea en y entre ciudades


Que conste que sé, -para este artículo casi me documento-que las mujeres de varias generaciones se están incorporando en la actualidad al parque automovilístico. Soy consciente que los jóvenes esperan ansiosos cumplir los dieciocho años para sacarse el carné de conducir, en muchos casos poseen el coche de algún familiar –que se ha agenciado uno nuevo- aparcado en la calle a su disposición, mucho antes de presentarse a los exámenes. Y qué me van a contar ustedes sobre la comodidad de llegar al trabajo en nuestro propio coche, sin depender de nada ni nadie, cada uno que arree con su burro aunque nos coceemos. Al final vamos tan apiñados que parece que viajamos en el mismo autobús, eso si, jugando como niños a insultar y cada uno con su volantito particular…
Hoy me levanté, no había otra manera de ir al hospital. Estaba citado para unas pruebas a las diez y media, en condiciones normales de presión y temperatura se tarda unos veinte minutos en llegar, pues bien, como yo no soy normal tardé sesenta. A una hora en que se supone que la mayoría de las personas están incorporadas a sus respectivos puestos de trabajo, parecía que todos se habían solidarizado con mi dolencia y se disponían a escoltarme al hospital. Sufrí una retención por cada incorporación que realicé a una nueva carretera, y otras tantas cada vez que quería salir de ellas. Cuando llegué al hospital, para relajarme, estuve jugando una media hora al juego de la silla, pero sin silla. Dos mil plazas de aparcamientos totalmente cubiertas, incluyendo zonas rústicas adyacentes, arriates, zonas amarillas y dobles filas. Así que unos treinta coches nos enzarzamos en ese maravilloso juego infantil, todos a dar vueltas -yo incluso me vi tentado a saludar a varios conductores con los que me crucé tantas veces que me parecían familiares- a ver quién tiene la suerte de que a su paso, alguien desocupe una plaza de aparcamiento, para entonces reaccionar como si vieses las puertas del cielo abriéndose ante ti, pero sólo por unos segundos, y con un certero volantazo alcanzar la paz y el descanso, que con la oración y la penitencia nos habíamos ganado. Y digo yo, si los aparcamientos de fábricas, hospitales, oficinas, calles, avenidas, centros comerciales y resto de zonas con posibilidad física de albergar un vehículo están a rebosar. Y simultáneamente las vías, carreteras, circunvalaciones y travesías están como hormigueros, a punto del colapso,
o de abandonarse en los brazos de la ira y el canibalismo. Si tenemos capacidad sobrada para ocupar todos lo espacios rutinarios disponibles, a todas horas y todos los días. Podríamos intentar por ejemplo, trabajar, ir de compras, al colegio o al hospital, la mitad de la población los días pares y la otra los impares. Que tráfico nos quite puntos del carné si nos descubre circulando o aparcados en el día equivocado.
En definitiva, o Zapatero se toma este asunto en serio, o la población afectada, o sea, toda, empezaremos a tomar las medidas oportunas, o sea, ninguna.

La noche



Sólo espero de la noche, que
Tu cuerpo cansado se agote
Definitivamente satisfecho
Enredado a mis venas;
Déspota enredadera que
Encuentra refugio entre los
Sudorosos restos diseminados
A tu alrededor, de mis sentidos;
En forma de piel y vellos deformados
Y sonidos inexistentes hasta ahora,
Paraíso sometido a tus caricias
Desbocadas;
Por las que nació y perdurará
Como cada uno de estos versos,
Parásito y esclavo de tu amor
Ineluctable.

3º La moda que los parió



Hay ciertas élites sociales con las que seguramente, ni usted ni yo tendremos el placer de codearnos nunca.
Por ejemplo, con esas personas que se recrean, giran y acaban flotando alrededor del mundo de la moda.
Me pregunto desde la más absoluta ignorancia, como se puede llegar al punto en que las tendencias que se marcan a la hora de vestir, acaben siendo una de tus mayores preocupaciones.
La moda puede llegar a ser un arte menor
–como todo lo que expresa la belleza de las formas-
tiene no obstante como la música, el cine y sobre todo
las religiones, una forma tan interesada y comercial
de llegar a nosotros, que acaba convirtiéndose en algo
lo bastante frívolo, artificial y yo diría incluso que ridículo,
como para provocar cierta hilaridad.
Espero que al decir esto, no esté regocijándome de
mi propia ignorancia. De lo que estoy convencido
es de todo lo absurdo que brota de una sociedad
sometida al consumismo y a las apariencias.
Me gustaría leer algún día, como un gran y venerado modisto anuncia que por falta de inspiración o claridad de ideas en su trabajo, no presenta su aclamada de antemano colección de primavera. Eso ayudaría bastante a considerar a la moda como arte y no como mercancía. Me gustaría saber por qué mis pantalones vaqueros de campana, comprados hace tres años en las rebajas, unas veces me coloca a la vanguardia de la modernidad, y otras me hace parecer, que acabo de salir de una caverna, cuando veo por la calle esas miradas extrañas, sorprendidas e irónicas mirándome el dichoso vuelo. Pediría por último, para eso soy el que escribo, que por lo menos no pesaran a las modelos, no sé si están tan sumamente delgadas porque así se garantiza una buena percha, o para que lo hombres no se distraigan imaginando las curvas de las perchas, o tal vez para que las mujeres en ese preciso momento de exaltación estética piensen que al menos ellas, tienen sus cuerpos exuberantes, como la naturaleza. Pero yo veo más lógico que antes de desfilar le hicieran un reconocimiento médico, y no les permitiesen desfilar si su salud –debido a la desnutrición- no fuese la decuada.

2º. Oración del asalariado medio



Creo en ti.
Venero tu poder para mostrarnos diáfanos
y sin engaños los caminos que conducen al paraíso.
¡Oh todopoderosa! Haz de mí tu siervo
a semejanza de mis coetáneos, no me abandones
en los brazos del conformismo y en el disfrute
de las pequeñas cosas bellas.
Guíanos por la sabiduría de nuestro tiempo
hasta la opulencia, y apártanos de la tentación
de los instintos y de los sutiles sentimientos.
Haz de mí el azote de la inocencia y de la paz interior.
Sálvame, sálvanos.
¡oh panacea! Mi tranquilidad te entrego a cambio de
alcanzar el sueño para el cual me han educado.
En mi vejez, o en el fin de mis días, espero haberte pagado,
“O-diosa” hipoteca mía.

lunes, 27 de noviembre de 2006

Todo sobre mi váter




Mi váter se mueve, como el universo
pero sin expandirse, cuando inmerso
en el fragor de la batalla olvidas el detalle,
y las fuerzas diagonales e invisibles del estreñimiento te inclinan, el corazón te da un vuelco, lo que pudo ser un prometedor comienzo se ve reducido a un desesperado intento a favor de mantener el equilibrio.
El instinto de supervivencia -uno de los últimos que nos quedan- en una fracción de segundo hizo detener el parto residual, provocó
que mi pierna y mi brazo buscasen como extremidades de superhéroe el apoyo idóneo para poder contrarrestar a las fuerzas del mal, e incluso suspendió por iniciativa propia - una vez estabilizado- el propósito por el cual estaba allí sentado.

Igual que mi váter este país se mueve bajo la
influencia de varias fuerzas, la progresista que
intenta equilibrar las ambiciones personales
con las necesidades colectivas, afán que dada la
naturaleza humana peca de pueril, de ahí su giro al centro.
Y la conservadora, que prefiere evacuar a gusto
y como siempre, primero el hombre como Dios dispone.
Pero como esa perspectiva provoca vértigo,
también mueven su eje hacia el centro.
Y en ese centro nos encontramos todos, sin grandes
movimientos amenazantes, acomodados en el váter.

Por cierto, los rollos de papel higiénico
–por no generalizar- que se comercializan
en Andalucía, se están convirtiendo poco a poco
en agujeros higiénicos; el diámetro del agujero
aumenta en la misma proporción que el
valor de la vivienda, mientras que las capas
de celulosa casi se pueden contar en el tiempo
medio en que una persona media
-y a falta de revistas o instrucciones de uso-
sentada en un váter, acaba por suspirar.

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